(no subject)
Pues bien, ahora que ya estoy un poco más asentada, y dispongo de algo más de tiempo después de mudanzas, limpiezas y traslados de cosas, creo que es hora de continuar con esto:
CRÓNICAS EGIPCIAS (segunda parte)
“El siguiente día apareció de la misma manera que el anterior y los sucesivos; sin una sola nube, pues parecen no existir en ese lugar. Al principio claro, con un amanecer espectacular.....después, cegador.
Después de poder por fin disfrutar de una noche de sueño decente, el madrugón nos parecía leve comparado con el día anterior, y estábamos más animados a la hora de emprender las siguientes excursiones, a pesar de que los primeros malestares estomacales empezaban a manifestarse en mis compañeros (no sé porqué, pero yo tarde varios días más en notarlos...quizás porque no comí pasteles ni fruta sin pelar, bebí mucha agua y abusé bastante del sustitutivo de nuestro limón allí; la lima).
Esa mañana visitamos el templo de Wadi El Seboua, dedicado también a Ramsés II.
En cierto tramo del camino para llegar hasta él, que era algo más arduo, había “medios de transporte alternativos”...es decir, camellos....y un tractor. Un tractor desvencijado allí, en medio del desierto. A mí me hacía bastante más gracia montar en camello, pero Adeli estaba ya algo cansada, y la mejor alternativa para ella era el tractor. Así que nos subimos con ella para acompañarla....y al final acabamos seis personas subidas en aquel pequeño trasto, más el conductor, que no paraba de sonreír.....sobretodo al ver las caras de pánico y sorpresa de alguno de los que estábamos, porque conducía como un auténtico salvaje.....Imaginaos el percal, a través de tanto desnivel, deslizándonos por el metal (no tenía asientos) sin tener a donde agarrarnos....y al mismo tiempo intentando sujetar bien a Adeli...en varios momentos nos visualicé de manera demasiado nítida rodando por el desierto :P Adeli empezó a gritarle al tipo cada vez más fuerte, y al final la oyo a pesar del ruido ensordecedor de aquel cacharro, y disminuyó un poco la velocidad y los modos, así que conseguimos llegar de una pieza (no sin problemas XD)
Y despues de Wadi El Seboua, visitamos el curioso templo de Dakka, dedicado al dios Thot (Cabeza de Ibis, dios de la Escritura y la Sabiduría, uno de mis favoritos). En este pequeño templo se dá una de las raras ocasiones en las que se puede ver al dios Thot representado como un mono, con una cabeza de babuíno. Y en sus paredes pueden verse los relieves que cuentan la siguiente leyenda:
“Debido al envejecimiento del culto al antiguo dios Ra, los hombres comenzaron a burlarse de él, insultándolo al llamarle “anciano babeante”, descuidando sus ofrendas y su propio culto. Harto de esto, el dios Ra decide que su poderosa y violenta hija Sekhmet (cabeza de leona, diosa de la Guerra y de la Fuerza) les haga una visita y castigue a los infieles. Y sucede que cuando Sekhmet está de lo más entretenida cumpliendo con demasiado entusiasmo los designios de su padre, caen en su boca algunas gotas de sangre del último cadáver que estaba desmembrando. Entonces se apodera de ella una especie de frenesí destructor y le coge demasiado gusto a la sangre, convirtiendose en una diosa vampira y dejando seco a todo hombre que se le pone por delante. Su furia y la destrucción que ésta genera van en aumento cuanto más bebe, así que su padre ve que ya es suficiente y decide ponerle freno. Para ello, manda al dios mono Thot, pues por ser el dios de la sabiduría, confía en que se le pueda ocurrir alguna buena idea. Thot parece estar dotado de un peculiar sentido del humor, así que soluciona la papeleta de la siguiente manera; tiñe cerveza roja con jugo de granadas e invita a la diosa a beberla haciéndole creer que és sangre humana. Con lo cual Sekhmet acaba tan borracha que cae inconsciente y Thot puede llevársela a su padre para que la controle por una buena temporada.”
En fin...cuando menos es curiosa la leyenda XD
Fuera del templo, había un beduino con una especie de bañerita con una sorpresa: tenía un par de cocodrilos, uno de un par de meses, y otro de una o dos semanas....Yo me hice “amiga” de el de dos meses, y hasta tengo alguna foto con él en brazos, pues se dejó coger y yo tenía muchas ganas de tocarlo....(Ya he dicho que yo quería acariciar un cocodrilo, y al final pude XDD) No tuve ningún reparo, ya que el animal tenía una pequeña mordaza y así es sumamente fácil cogerlos (me daba pena que les resultase incómoda, pero supongo que más incómodo sería que me rebanase una mano con esos dientes, ya afilados y bastante desarrollados :)), pero nadie parecía querer tocarlo, y no sé, no me gustó que se le manifestara tanto rechazo, al fin y al cabo, tan sólo es un animal....y su piel era dura, suave y húmeda, hasta agradable al tacto....No estaba muy lejos de la orilla del Nasser, así que confié en que los acabara soltando....al fin y al cabo, ya me diréis qué demonios se puede hacer con el bicho cuando alcance hasta los diez metros de largo....si sólo su mandíbula, llenita de dientes como cuchillas, puede llegar a medir un metro (un pescador de por allí alardeaba de haber visto a uno de ese tamaño, y el guía comentó algo de que por eso últimamente no se ven pescadores en la orilla, por donde ese merodeaba) De cualquier modo, si no soltaban a esos o si les acababan haciendo algún daño, que la maldición del dios Sobek (cocodrilo) caiga sobre ellos XP
Regresamos al barco, donde en el camarote nos esperaba una sorpresa también curiosa; y es que cada día hacían una nueva figura con los cubrecamas, las toallas o cualquier cosa que encontraran, como pavos reales, flores de loto, cocodrilos, serpientes, monos colgando, y hasta un tipo tumbado tomando el sol, con las gafas de sol de Víctor y su sombrero de paja XD
Ese mismo día, después de comer, pudimos ver también el templo de Amada, dedicado a las deidades de Amón Ra (fusión de Amón con Ra) y Ra- Horajty (fusión de Horus con Ra), donde había pinturas bastante bien conservadas, con ofrendas a dichas deidades como tema principal.
Al anochecer, ya en el barco, pudimos disfrutar de la cena, las conversaciones agradables en cubierta y de nuevo, un buen sueño reparador.
El siguiente día navegamos hasta la fortaleza de Kasr Ibrim, la única que no ha sido trasladada debido a la construcción de la gran presa, y permanece en su emplazamiento original. No pudimos verla más que por fuera, ya que no está permitida la entrada. Así que tuve la oportunidad de seguir explorando concienzudamente la piscina del barco ;)
Ese día Víctor no se encontraba demasiado bien, por la mañana tenía incluso alguna décima de fiebre, pensamos que debido a una leve insolación, pero se negó a quedarse descansando y quiso hacer lo que teníamos proyectado; por suerte, se le pasó pronto y no fué más que un pequeño susto.
Tocaba ver Abu Simbel, y no quiso perdérselo bajo ningún concepto....y con razón, es espectacular; me encantó.
Sólo que a la llegada, le tocó por fin a esta gallega doblar las rodillas....aunque sólo fuera por un ratito :P Me da mucha rabia pensar que me creía en una forma física excelente, después de entrenar dos horas diarias durante todo el verano....más que desde hacía mucho tiempo. Pero quizás sea mejor ser positiva y pensar que, gracias a eso, quizás aguantamos mucho más.
O quizás es que, al fin y al cabo, yo soy del norte y aquello era el desierto; en algún momento me tenía que afectar. Por suerte también fue un episodio leve, provocado por una grandísima estupidez que hice, y no volveré a hacer en tales circunstancias:
Durante el tramo de llegada a Abu Simbel, Adeli se retrasó del resto del grupo por tomar un desvío más llevadero para ella, así que yo me adelanté para pedirle al guía que esperase un momento por ella y Víctor, que faltaban, antes de empezar con la explicación. Como me encontraba bien, se me dio por correr un poquito para hacerlo y llegar a tiempo. Al llegar a la entrada del templo, una vez avisado el grupo, me senté un momento con ellos y, como el calor era insoportable, y después de la imbecilidad de correr lo acusaba mucho, se me dió por beber de una botella que llevaba en la mochila....que no estaba fría, pero sí fresca. El contraste de temperatura me hizo vomitar todo lo llevaba en el estómago (agua + desayuno) en cuanto comenzó la explicación; sólo me pude contener lo bastante como para correr hasta un macetón vació que había cerca de la entrada, y allí, dejarle un regalito a Ramsés II que seguro que no le hubiese gustado nada....y debí ponerme bastante amarilla, porque los guardias se acercaron al guía para decirle no se qué demonios sobre si me llevaban al hospital. Me envaré en cuanto oí esa palabra, me recompuse como pude y continuamos con la visita, al fin y al cabo, en cuanto lo eché todo se me pasaron los males, y después de un leve mareo pasajero pude seguir tranquilita. Pero aprendí bien la lección; en el desierto no se corre, y no se bebe agua si no está tirando a templada, y a pequeños sorbos :P
Despues de ver bien el interior y el exterior de los templos dedicados a Ramsés y Nefertari, volvimos al barco a descansar un rato y a comer (aunque yo pasé el resto del día con el estómago algo revuelto), y por la noche, disfrutamos bastante con el espectáculo nocturno de luz y sonido, en la misma Abu Simbel.....que de noche y con esas luces tomaba dimensiones completamente distintas; nos gustó mucho.
Ya en el barco, aprovechamos para charlar e intercambiar mails con el resto del grupo, pues era nuestra última noche sobre el lago Nasser.”
Y aquí lo dejo por ahora, pues hay más que contar y no quiero que se haga ya demasiado pesado ;)
CRÓNICAS EGIPCIAS (segunda parte)
“El siguiente día apareció de la misma manera que el anterior y los sucesivos; sin una sola nube, pues parecen no existir en ese lugar. Al principio claro, con un amanecer espectacular.....después, cegador.
Después de poder por fin disfrutar de una noche de sueño decente, el madrugón nos parecía leve comparado con el día anterior, y estábamos más animados a la hora de emprender las siguientes excursiones, a pesar de que los primeros malestares estomacales empezaban a manifestarse en mis compañeros (no sé porqué, pero yo tarde varios días más en notarlos...quizás porque no comí pasteles ni fruta sin pelar, bebí mucha agua y abusé bastante del sustitutivo de nuestro limón allí; la lima).
Esa mañana visitamos el templo de Wadi El Seboua, dedicado también a Ramsés II.
En cierto tramo del camino para llegar hasta él, que era algo más arduo, había “medios de transporte alternativos”...es decir, camellos....y un tractor. Un tractor desvencijado allí, en medio del desierto. A mí me hacía bastante más gracia montar en camello, pero Adeli estaba ya algo cansada, y la mejor alternativa para ella era el tractor. Así que nos subimos con ella para acompañarla....y al final acabamos seis personas subidas en aquel pequeño trasto, más el conductor, que no paraba de sonreír.....sobretodo al ver las caras de pánico y sorpresa de alguno de los que estábamos, porque conducía como un auténtico salvaje.....Imaginaos el percal, a través de tanto desnivel, deslizándonos por el metal (no tenía asientos) sin tener a donde agarrarnos....y al mismo tiempo intentando sujetar bien a Adeli...en varios momentos nos visualicé de manera demasiado nítida rodando por el desierto :P Adeli empezó a gritarle al tipo cada vez más fuerte, y al final la oyo a pesar del ruido ensordecedor de aquel cacharro, y disminuyó un poco la velocidad y los modos, así que conseguimos llegar de una pieza (no sin problemas XD)
Y despues de Wadi El Seboua, visitamos el curioso templo de Dakka, dedicado al dios Thot (Cabeza de Ibis, dios de la Escritura y la Sabiduría, uno de mis favoritos). En este pequeño templo se dá una de las raras ocasiones en las que se puede ver al dios Thot representado como un mono, con una cabeza de babuíno. Y en sus paredes pueden verse los relieves que cuentan la siguiente leyenda:
“Debido al envejecimiento del culto al antiguo dios Ra, los hombres comenzaron a burlarse de él, insultándolo al llamarle “anciano babeante”, descuidando sus ofrendas y su propio culto. Harto de esto, el dios Ra decide que su poderosa y violenta hija Sekhmet (cabeza de leona, diosa de la Guerra y de la Fuerza) les haga una visita y castigue a los infieles. Y sucede que cuando Sekhmet está de lo más entretenida cumpliendo con demasiado entusiasmo los designios de su padre, caen en su boca algunas gotas de sangre del último cadáver que estaba desmembrando. Entonces se apodera de ella una especie de frenesí destructor y le coge demasiado gusto a la sangre, convirtiendose en una diosa vampira y dejando seco a todo hombre que se le pone por delante. Su furia y la destrucción que ésta genera van en aumento cuanto más bebe, así que su padre ve que ya es suficiente y decide ponerle freno. Para ello, manda al dios mono Thot, pues por ser el dios de la sabiduría, confía en que se le pueda ocurrir alguna buena idea. Thot parece estar dotado de un peculiar sentido del humor, así que soluciona la papeleta de la siguiente manera; tiñe cerveza roja con jugo de granadas e invita a la diosa a beberla haciéndole creer que és sangre humana. Con lo cual Sekhmet acaba tan borracha que cae inconsciente y Thot puede llevársela a su padre para que la controle por una buena temporada.”
En fin...cuando menos es curiosa la leyenda XD
Fuera del templo, había un beduino con una especie de bañerita con una sorpresa: tenía un par de cocodrilos, uno de un par de meses, y otro de una o dos semanas....Yo me hice “amiga” de el de dos meses, y hasta tengo alguna foto con él en brazos, pues se dejó coger y yo tenía muchas ganas de tocarlo....(Ya he dicho que yo quería acariciar un cocodrilo, y al final pude XDD) No tuve ningún reparo, ya que el animal tenía una pequeña mordaza y así es sumamente fácil cogerlos (me daba pena que les resultase incómoda, pero supongo que más incómodo sería que me rebanase una mano con esos dientes, ya afilados y bastante desarrollados :)), pero nadie parecía querer tocarlo, y no sé, no me gustó que se le manifestara tanto rechazo, al fin y al cabo, tan sólo es un animal....y su piel era dura, suave y húmeda, hasta agradable al tacto....No estaba muy lejos de la orilla del Nasser, así que confié en que los acabara soltando....al fin y al cabo, ya me diréis qué demonios se puede hacer con el bicho cuando alcance hasta los diez metros de largo....si sólo su mandíbula, llenita de dientes como cuchillas, puede llegar a medir un metro (un pescador de por allí alardeaba de haber visto a uno de ese tamaño, y el guía comentó algo de que por eso últimamente no se ven pescadores en la orilla, por donde ese merodeaba) De cualquier modo, si no soltaban a esos o si les acababan haciendo algún daño, que la maldición del dios Sobek (cocodrilo) caiga sobre ellos XP
Regresamos al barco, donde en el camarote nos esperaba una sorpresa también curiosa; y es que cada día hacían una nueva figura con los cubrecamas, las toallas o cualquier cosa que encontraran, como pavos reales, flores de loto, cocodrilos, serpientes, monos colgando, y hasta un tipo tumbado tomando el sol, con las gafas de sol de Víctor y su sombrero de paja XD
Ese mismo día, después de comer, pudimos ver también el templo de Amada, dedicado a las deidades de Amón Ra (fusión de Amón con Ra) y Ra- Horajty (fusión de Horus con Ra), donde había pinturas bastante bien conservadas, con ofrendas a dichas deidades como tema principal.
Al anochecer, ya en el barco, pudimos disfrutar de la cena, las conversaciones agradables en cubierta y de nuevo, un buen sueño reparador.
El siguiente día navegamos hasta la fortaleza de Kasr Ibrim, la única que no ha sido trasladada debido a la construcción de la gran presa, y permanece en su emplazamiento original. No pudimos verla más que por fuera, ya que no está permitida la entrada. Así que tuve la oportunidad de seguir explorando concienzudamente la piscina del barco ;)
Ese día Víctor no se encontraba demasiado bien, por la mañana tenía incluso alguna décima de fiebre, pensamos que debido a una leve insolación, pero se negó a quedarse descansando y quiso hacer lo que teníamos proyectado; por suerte, se le pasó pronto y no fué más que un pequeño susto.
Tocaba ver Abu Simbel, y no quiso perdérselo bajo ningún concepto....y con razón, es espectacular; me encantó.
Sólo que a la llegada, le tocó por fin a esta gallega doblar las rodillas....aunque sólo fuera por un ratito :P Me da mucha rabia pensar que me creía en una forma física excelente, después de entrenar dos horas diarias durante todo el verano....más que desde hacía mucho tiempo. Pero quizás sea mejor ser positiva y pensar que, gracias a eso, quizás aguantamos mucho más.
O quizás es que, al fin y al cabo, yo soy del norte y aquello era el desierto; en algún momento me tenía que afectar. Por suerte también fue un episodio leve, provocado por una grandísima estupidez que hice, y no volveré a hacer en tales circunstancias:
Durante el tramo de llegada a Abu Simbel, Adeli se retrasó del resto del grupo por tomar un desvío más llevadero para ella, así que yo me adelanté para pedirle al guía que esperase un momento por ella y Víctor, que faltaban, antes de empezar con la explicación. Como me encontraba bien, se me dio por correr un poquito para hacerlo y llegar a tiempo. Al llegar a la entrada del templo, una vez avisado el grupo, me senté un momento con ellos y, como el calor era insoportable, y después de la imbecilidad de correr lo acusaba mucho, se me dió por beber de una botella que llevaba en la mochila....que no estaba fría, pero sí fresca. El contraste de temperatura me hizo vomitar todo lo llevaba en el estómago (agua + desayuno) en cuanto comenzó la explicación; sólo me pude contener lo bastante como para correr hasta un macetón vació que había cerca de la entrada, y allí, dejarle un regalito a Ramsés II que seguro que no le hubiese gustado nada....y debí ponerme bastante amarilla, porque los guardias se acercaron al guía para decirle no se qué demonios sobre si me llevaban al hospital. Me envaré en cuanto oí esa palabra, me recompuse como pude y continuamos con la visita, al fin y al cabo, en cuanto lo eché todo se me pasaron los males, y después de un leve mareo pasajero pude seguir tranquilita. Pero aprendí bien la lección; en el desierto no se corre, y no se bebe agua si no está tirando a templada, y a pequeños sorbos :P
Despues de ver bien el interior y el exterior de los templos dedicados a Ramsés y Nefertari, volvimos al barco a descansar un rato y a comer (aunque yo pasé el resto del día con el estómago algo revuelto), y por la noche, disfrutamos bastante con el espectáculo nocturno de luz y sonido, en la misma Abu Simbel.....que de noche y con esas luces tomaba dimensiones completamente distintas; nos gustó mucho.
Ya en el barco, aprovechamos para charlar e intercambiar mails con el resto del grupo, pues era nuestra última noche sobre el lago Nasser.”
Y aquí lo dejo por ahora, pues hay más que contar y no quiero que se haga ya demasiado pesado ;)